Vi este filme cuando estrenó en el cine en 1996. Demi Moore era una diosa del cine en aquella época. Luego de calentarnos la sangre en Indicent Proposal y Disclosure, dicidió quitárselo todo en Striptease. Yo era un joven universitario estudiando comunicaciones en aquellos años, así que era obligatorio ir a verla.
Recuerdo que las críticas fueron negativas y la trama no llamó tanto la atención como ocurrió con la controversial Indicent Proposal, sin embargo, a mí me gustó, no solo por las escenas en que la actriz baila desnuda, sino por la trama.
Striptease cumple con mi requisito de establecer el conflicto emocional en la primera escena. Erin Grant (Moore) pierde la custodia de su hija debido a que fue despedida de su trabajo como secretaria del FBI por culpa de las actividades delitivas de su esposo, Darell (Patrick), quien goza de inmunidad al ser informante de la Policía.
Dispuesta a hacer lo que sea por recuperar a su hija, y con su récord manchado, el único sitio en el que consigue trabajo es en un stripclub llamado Eager Beaver, en Miami. Allí se gana el cariño y respeto de sus compañeras de trabajo, y el bouncer Shad.
Una noche, un cliente borracho intenta propasarse con Erin mientras ella bailaba en la tarima y otro hombre le rompe una botella en la cabeza defendiendo a la bailarina. Una foto del incidente sale a flote, y resulta que uno de los caballeros era nada más y nada menos que David Dilbeck (Reynolds), congresista de los Estados Unidos de América.
Algunas personas intentan chantajear al congresista, pero los mogules detrás de su escaño están dispuestos a hacer lo que sea para evitar un escándalo que arruine las posibilidades de que Dilbeck sea reelecto en las próximas elecciones.
En medio de este revolú está Erin, quien lo único que quiere es acumular dinero para recuperar la custodia de su hija, sin embargo, esta situación pone en peligro su vida y la de su hija.
Por suerte, el teniente de la Policía Al García, junto al bouncer Shad y algunas bailarinas del club ayudan a Erin a salir de este lío y recuperar a su hija.
La trama de la película quizás parecía absurda en 1996, pero viéndola desde la perspecitva del año 2024, es más relevante que nunca. La recomiendo.