Casa en Humacao usada para cortometraje de Bad Bunny. Foto: Redes Sociales
Por Rafael A Serra Colón /
Hoy 23 de septiembre de 2025 los independentistas celebran el Grito de Lares y conmemoran la muerte del lider terrorista Filiberto Ojeda Ríos cuyos Macheteros luchaban por la independencia por medio de las armas, la violencia y el terror.
Terror es lo que tiene que estar viviendo el señor Ramón Carrasco a sus 84 años en su casita en Humacao.
Don Ramón es un viejo de 84 años que vivía tranquilo en su casita en Humacao hasta que el equipo de Bad Bunny usó como escenario del cortometraje “Debí tomar más fotos.”
Tal parece que unos buscones disfrazados de abogados lo manipularon para demandar a Bad Bunny por 6 millones de dólares por uso de la imagen de la casa en los conciertos llamados “Residencia” y otras actividades promocionales, según reportó la prensa.
Ahora, unas turbas disfrazadas de fans de Bad Bunny atacan con insultos y disparons al viejo y su casita por demandar al conejo malo. Yo estoy seguro que Don Román no tiene idea de por qué está pasando esto. A los 84 años él lo que quiere es vivir en paz.
Pienso que detrás de todo esto hay unas turbas que buscan dañar la imagen de Bad Bunny y la vida de Don Ramón. A ellos no les importa el conejo ni el viejo, ellos se dedican a dañar todo lo bueno, a destruir todo lo que inspire a una mejor sociedad.
Son turbas y son holgazanes que se sienten amenazados con cualquier cosa que hable bien de Puerto Rico. Quieren controlar a la sociedsd por medio del terror.
¿Eso no les suena a terrorismo?
Ramón Carrasco, dicen que no sabe leer ni escribir, es símbolo de una generación que construyó todo lo que tiene con trabajo y esfuerzo y construyó su propia casa. Por eso está pasando esto, los que lo atacan pertenecen a una pandilla de holgazanes que no saben hacer nada y viven de destruir cualquier cosa que represente el fruto del trabajo digno y de una vida honrada.
En cuanto a Bad Bunny, no soy fanático de su música y nunca he ido a ninguno de sus conciertos, sin embargo, la constante ha sido que el público que va a sus eventos lo hacen en paz y sin violencia, aun teniendo que hacer filas de varios días. Eso habla bien de lo que inspira el conejo y su público. Por eso lo atacan.
Apuesto a que de los seis millones la tajada más grande va a ser para los “abogados” y al viejo solo le darán un menudito, si es que le dan algo. Es más, no me sorprendería si al final forzan el viejo se vea obligado a mudarse y dejar atrás su casita.
Esto me recuerda el caso del boxeador Felix Trinidad contra el Banco Popular por el manejo del dinero que ganó durante su exitosa carrera como boxeador profesional. El villano que causó el problema salió impune, con las manos limpias, mientras el campeón boricua vivió por siete años el terror y la incertidumbre de perder el fruto de su exitosa carrera como boxeador. Al final, el banco acabó pagando los platos rotos y tranzó con el púgil.
Los que están detrás de esta demanda contra Bad Bunny y los ataques contra la propiedad de Don Ramón y su paz pudieran ser catalogados como terroristas ya que eso es lo que el viejo debe estar sintiendo en este momento… terror.
Este drama que les acabo de comentar es una radiografía de lo que está viviendo la sociedad puertorriqueña en estos momentos, víctimas de unos seres que todo lo bueno lo dañan.
Invito a reflexionar, a los que celebran el Grito de Lares y conmemoran la muerte del terrorista Machetero Filiberto Ojeda Ríos, sobre lo que Don Ramón está viviendo.
A continuación:
Enlace a noticia del Diario Las Américas acerca del ataque a la casa de Don Román:
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