Comics boricuas acaparan convención de YMCA

29 de diciembre de 2003

Por primera vez en muchos años los creadores de comics boricuas acapararon la atención de los visitantes de la Sexta Convención de Coleccionistas celebrada el pasado 14 de diciembre en la YMCA de Santurce, no solo por ser muestra del talento oculto de Puerto Rico, sino por la excelente calidad de las publicaciones. 

Cuatro de estos comics agarraron el mercado por sorpresa en las últimas semanas al estrenarse casi simultáneamente, y lograr que los colocaran en lugares privilegiados de las tiendas de comics, en vez de escondidos entre títulos extranjeros donde nadie los ve, como suele ocurrir: Reality on the Rocks, Esoteric Hunters, Faire y Darión. 

"Reality on the Rocks, presenta a un grupo de amistades universitarios, bregando con la vida, amores y crecimiento", explica su creador David Arroyo, quien trabaja en proyectos de comics desde 1998. 

"Esoteric Hunters narra las aventuras de dos caza vampiros en Puerto Rico. Es un libro de acción y comedia que trata con los mitos de vampiros y demás, pero mas adelante incluiré sobre mitos y seres místicos puertorriqueños", abunda el creador y artista Juan Lapaix, quien también colabora con Arroyo en el arte de Reality on the Rocks. Lapaix también es el responsable de Faire, que se publica junto a Esoteric, ofreciendo al lector dos títulos por el precio de uno. 

Faire es la historia de una adolescente marginada e ignorada que se le da la oportunidad de estar en el cuerpo de una hada madrina... "pero la adolescente no tarda en averiguar que aveces no todos los deseos se deben realizar", apunta Lapaix, quien ha sido apasionado del arte desde pequeño y desde la escuela superior soñaba con ver sus ideas en papel. 

Publicar comics en Puerto Rico no es un cuento de hadas, y en el 99% de los casos requiere grandes inversiones de dinero de sus creadores para poder cumplir con ese sueño. En muy pocos casos esa inversión se recupera lo que hace que este género en la Isla sea más bien artesanal y por amor y no un negocio como lo hay establecido en Estados Unidos y en el resto del mundo.
"Los comics no dejan chavos" abunda Arroyo, "si la persona empieza un comic con la idea de hacer chavos se va a llevar una gran desilusión. Si recuperas el dinero de la impresión para atrás tuviste suerte y fue un éxito rotundo. Como todo arte, los comics se deben hacer amor y no por dinero". 

Lapaix se muestra un poco más optimista al analizar el desarrollo de este arte en la Isla, "el mercado de los comics en Puerto Rico está creciendo y este no es el mismo del de algunos años atrás. Las posibilidades (de hacer dinero) están, pero siempre recae en cuan bueno sea el producto y cuanto sea el auge. Pero sí tengo que confesar que los comics boricuas están dando buenos pasos. 

"El problema es que la mentalidad en Puerto Rico sobre los comics está atrasada. Todavía esta mentalidad de que los comics son para niños y que hay que presentar superhéroes que sean iconos de la sociedad y modelos a seguir. Mientras esta mentalidad siga así, se va a hacer bien difícil crecer como industria", recalca Arroyo, quien entiende que a los niños ya no les interesa leer un pasquín pues los juegos electrónicos, la televisión, y los muñequitos animados les son más entretenidos y desafiantes. Quienes compran comics de verdad son los adolescente y adultos". 

"Todavía no se puede hablar de industria." afirmó Lapaix, " Todavía estamos en la etapa de crear mitos, símbolos, y leyendas que se metan en el corazón de la cultura popular que son los que al final elevan las artes a niveles de industria o los dejan al margen. 

"También el mercado de los comics a nivel global ha cambiado mucho", apunta Arroyo. "Ahora Superman y Spider-Man no son los soberanos del mercado. Están los Animes (comics japoneses), los europeos que también están entrando, y la proliferación del multimedia y del internet". 

"Convenciones como esta" la de la YMCA "son muy importantes para todos pues en ellas uno se da a conocer y comienza a crear una base de seguidores y fanáticos que... si se mantiene el título presente en el mercado... te seguirán para siempre y hasta el final. Es la mejor forma de hacernos accesibles al público y para que descubran que existen otras opciones a parte de Batman, Wolverine y DragonBall. 

Darión estremece a Puerto Rico 

Ok. Esto es cosa aparte. Hasta ahora, los comics locales han sido en blanco y negro, generalmente reproducidos de la forma más barata posible, ya sea fotocopias o imprimiéndolos directamente de la computadora. Las aventuras detrás de cada publicación pueden ser hasta más interesantes que los mismos títulos. 

Darión rompió ese esquema, el mercado no va a ser el mismo y la historia se va a contar antes de Darión y después de Darión. Estamos hablando de una publicación digital totalmente a color y páginas de brillo, con una textura y profundidad tan impresionante que seduce a cualquiera que le pasa por el lado. Y es que esta hazaña no la ejecutó no se produjo de un día para otro. Su creador Antonio Rivera Rosado se tomó siete años en desarrollar la historia y sus personajes y el pasado mes de noviembre debutó en la Feria del Libro celebrada en el Coliseo Roberto Clemente de Hato Rey.
La meta de Rivera siempre fue y sigue siendo una sola: producir un comic boricua con la misma calidad con la que se producen en los Estados Unidos y su perseverancia ciertamente le rindió frutos. 

Lo que traerá el 2004

La cosecha de comics boricuas promete un año 2004 más fértil aún que el 2003, con la publicación de Novusgenesis, de Scorp 22; Espanto, de Ivy Bladstone y Josué Oquendo; For the Love of Danger, de Wilfredo Picorelli; y Zahíra: The Chosen Flame, de José Trinidad, entre otros.

Para más información sobre estos y otros comics y otras creaciones boricuas visite URstudio (www.urstudio.8m.com), la revista electrónica sobre comics boricuas, y el foro Comics PR (http://groups.yahoo.com/group/comics_pr/) donde artistas, escritores y creadores locales convergen para darse a conocer entre sí, comentar, criticar y aconsejar a los jóvenes que aspiran a publicar algún día.