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lunes, 5 de agosto de 2013

Descubriendo a Molina

3 de mayo de 2000

Se levanta a las cinco de la mañana. Aprovecha los primeros rayos del Sol para repasar su agenda del día y organizarse para poder realizar todas las tareas que tiene programadas y que no se le quede ni una sin cumplir, ya que para el otro día tiene otra agenda igual de cargada.
Una agenda típica de Luis Molina consta de reuniones con ejecutivos de grandes empresas puertorriqueñas a quienes tiene que convencer para que auspicien los proyectos cinematográficos que se avecinan, intercalado con acudir a los escenarios de filmación de las películas que esté realizando en el presente, que pueden ser hasta tres a la vez.
A las siete de la mañana se presenta a dictar cátedra, en la Universidad del Sagrado Corazón (USC), en Santurce, donde comparte con sus estudiantes los conocimientos y experiencias que ha adquirido durante su exitosa carrera de cineasta.
Se presenta con un carácter enérgico, lleno de estámina y motivación que demuestra el orgullo que siente al contar sus anécdotas del mundo cinematográfico. Mientras imparte la clase, se percibe en su rostro como su cerebro está cuadrando los problemas que enfrentará tan pronto den las nueve de la mañana y salga del salón.
Su celular suena dos o tres veces por sesión provocando un paréntesis en su clase y lo primero que hace al reanudar la conferencia es explicar a sus estudiantes quien lo llamó y ¿por qué?
“ Disculpen, es que ahora mismo están montando escenografía en Juana Díaz y en las producciones de bajo presupuesto, cada vez que se presenta cualquier improvisto no se atreven a mover un dedo sin preguntarme”.
Una vez termina la clase, enciende las turbinas y vuela como centella por todo Puerto Rico cumpliendo con todos los compromisos programados y al final del día debe regresar a la USC para la sección vespertina de su clase de Producción Cinematográfica.
Se describe como un jíbaro frega’o, natural del Barrio Frondón de Ciales cuya familia vino a vivir a la zona metropolitana, donde se desarrolla como ser humano. “A la corta edad de cinco años entré en contacto con el mundo del cine y la televisión y me enamoré de lo que iba a ser en el futuro”.
Estudió en la Escuela Superior Central y comenzó a trabajar en el canal seis (6), del gobierno de Puerto Rico, a los 14 años, en donde laboró por más de una década. Aquí se le ofrece una beca para estudiar comunicaciones fuera de Puerto Rico y parte hacia Madrid, España, donde hace su Bachillerato en Cine.
Al regresar a Puerto Rico, continúa trabajando en el Canal 6 hasta que se le presenta la oportunidad de trabajar para la Cadena CBS de los Estados Unidos como camarógrafo internacional por cinco años. CBS le dio la oportunidad de trabajar en los concursos de Miss Universo, cubrir eventos en diferentes partes del mundo, como Roma, Noruega, el Lejano Oriente y las peleas de Foreman y Alí en Zaire, África.
“ Uno de los eventos que cubrí como camarógrafo fue el envenenamiento que hizo Jimmy Jones en Guyana donde murió prácticamente toda su secta con un ponche que preparó con veneno, y yo llegué una hora después de ese acontecimiento”, narra Molina, sentado en su oficina aprovechando esta entrevista para tomar un descansito ya que luego tendría tres reuniones más.
De vuelta a Puerto Rico sentía que su formación estaba incompleta y pasó a estudiar otro Bachillerato en Administración de Empresa con concentración en Contabilidad y Mercadeo. Obtenido el diploma, continuó estudios para ser Contador Público Autorizado y “dos años después cogí el examen y gracias a Dios lo pasé”.
Comenzó a producir documentales como Allá viene el temporal, La Vida y Obra de Don Luis Muñoz Marín y La historia del Teléfono, a pesar de que todavía se sentía inconforme con su preparación académica. En 1979 y con apenas 24 años de edad, comenzó a dar clases en la Universidad del Sagrado Corazón y fue nombrado Cineasta Residente en 1988, título que es vitalicio. La Universidad le dio la oportunidad de hacer una Maestría, y la realizó en Arquitectura.
“Todas esas carreras que he hecho, las estoy aplicando a la industria del Cine. Yo diseño la escenografía, brego con la contabilidad de los proyectos, y produzco la película”, explica.
Al día de hoy, Molina cuenta con más de 25 películas en su resume, cuatro de ellas largometrajes; Los Cuentos de Abelardo, La Guagua Aérea, Los Cuentos para Despertar, y Leyendas de Puerto Rico.
Lo que más satisfacción le da es que sus producciones han tenido muy buena aceptación dentro de la cultura puertorriqueña. “El público ha apoyado el cine que yo hago. Ejemplo de ello fue La Guagua Aérea, que estuvo siete meses en cartelera. Esto me ha permitido desarrollar la industria del cine educativo de Puerto Rico”.
La Guagua Aérea ha sido la película puertorriqueña de mayor éxito. Logró poner a Puerto Rico en las páginas del libro de récords mundiales, Guinness, al ser la primera película en ser estrenada a bordo de un avión, el 6 de agosto de 1993, en un vuelo de San Juan a Nueva York. Se mantuvo siete meses presentándose en las salas de cine del país, y un año en algunas ciudades de hispanos en los Estados Unidos como Chicago.
“ Si ese evento fue extraordinario, el evento mayor va a ser el que viene próximamente con La Guagua Aérea parte 2, que se llama, El sueño de regreso”, cuyo estreno será a bordo de dos Concordes que partirán del Aeropuerto Internacional Luís Muñoz Marín, en San Juan, el próximo 5 de diciembre del año 2000, hacia la ciudad de París, evento que hará historia a nivel mundial.
“ No solamente la vamos a estrenar en dos Concordes, sino que vamos a inaugurarla en París”, dijo Molina evidenciando gran emoción al hablar de lo que ha llamado El Viaje del Siglo, “queremos hacer un evento de esa película.”
El Sueño de Regreso presentará la historia de “qué ha pasado con todas esas personas 35 años después de haberse ido a Nueva York y en qué forma ha cambiado la forma como los puertorriqueños viajan ahora en el presente”, sostuvo, explicando además que será una comedia sana que “va a gustar muchísimo”.
El tropiezo mayor al que se ha enfrentado Molina no ha sido exclusivamente la dificultad de conseguir el dinero para producir las películas, este es un trago amargo de todo cineasta boricua, pero casi siempre se sobre pasa y se consigue. El obstáculo más grande es que una vez la película está terminada, ninguna sala de cine la quiera proyectar.
“ Eso pasó con Los Cuentos para Despertar, que después que hicieron las copias para los teatros, la presentaron una semana solamente. Lamentablemente las cadenas de cine de aquí tienen todo su tiempo copado por todas las películas que vienen de afuera, pero el cine puertorriqueño no tiene su espacio”.
“La otra gran decepción es no recibir el apoyo que uno espera del gobierno local. El apoyo del gobierno es a medias, muy tímidamente. El cine puertorriqueño para ellos no tiene prioridad. El cine que tiene prioridad para ellos es el que viene de afuera, ni importar que presenten la isla como un país lleno de drogas, que las mujeres son putas, y los hombres son drogadictos. Ese es el concepto que se vende de la Isla. Lo importante para el Gobierno es que vengan a hacer películas y que vengan a dejar dinero aquí. No importa que cojan a la Isla y la destrocen moralmente allá”.
“ Nosotros los cineastas de Puerto Rico nos sentimos ofendidos porque la Corporación de Cine de Puerto Rico, solamente apoya al  inversionista de afuera que viene a dejar muchos chavos aquí... Ahí les dan todos a ellos. Cuando nosotros vamos a pedirle esos mismos derecho, ni nos hacen caso. Y mientras este gobierno esté en el poder, si la película no es en inglés no te la apoyan”.
Se le preguntó, ¿Cómo ve a los nuevos cineastas que están surgiendo de la misma USC, como los que realizaron Complot?  Molina reaccionó un poco molesto: “ Es un error llamar a la gente que hace Complot, cineasta. Porque ellos no hacen cine, hacen vídeo. ¡Eso no es cine!”
Al compararse con otros cineastas, Molina dice: “Cada cual tiene su estilo.  Jacobo se dedica a hacer películas donde el escribe, el actúa, y son películas exclusivamente de él. El cine que yo hago es un cine educativo. Yo cojo la obra literaria de cualquier autor. En un momento cogí La Guagua Aérea de Luis Rafael Sánchez y en otro a don Abelardo Díaz Alfaro. Es un cine donde yo realmente cojo la obra no importa del autor que sea y trato de plasmarla al cine”.
“Gracias a Dios, he tenido muchas producciones y en las Navidades pasadas pude cumplir otro de mis sueños que era producir un gran espectáculo musical, llamado Puerto Rico canta en Navidad, que presenta lo mejor de la música Navideña, de 1900 a 1999".
“Mi carrera, yo me la disfruto. Todas las mañanas le doy gracias a Dios por lo que hago y por las noches le doy gracias por todas las cosas bellas que  he hecho en el día y que haré en el día siguiente”.

“ Mi consejo es que no renuncien a sus sueños. Yo he soñado mucho en mi vida y he realizado la gran mayoría de mis sueños. El reto mayor es lograr lo que se quiere lograr. Sentirse orgulloso de lo que es, de lo que quiere hacer, y por su puesto hacerlo. Y si fracasa, siganlo intentando.”

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