10 de junio de 2011
El Presidente Barak Obama visitará a Puerto Rico el martes, 14 de junio y aunque todavía no se ha divulgado oficialmente cuál será la agenda, se presume que viene como parte de una gira nacional para recaudar fondos para la campaña electoral que se avecina. Esto desmuestra la gran importancia que Puerto Rico ha ganado en la política federal.
De acuerdo al censo del 2010, la población de boricuas residentes en los estados aumentó 36%, de 3.4 millones a 4.6 millones. Eso nos convierte en el segundo grupo hispano más grande. Ya somos más que los cubanos. Una gran concentración de estos puertorriqueños se mudaron al estado de la Florida, el cual desde las elecciones del 2000 se ha convertido en un barometro de las elecciones en Estados Unidos.
En el 2008, Puerto Rico jugó un rol de gran importancia en las primarias presidenciales del Partido Demócrata y obligó a Barak Obama y a Hillary Clinton a ir a Puerto Rico como parte de sus campañas. En aquella ocasión, Barak Obama prometió que de ganar la presidencia regresaría a la Isla como el Presidente de los Estados Unidos.
La visita del Presidente Obama a Puerto Rico es triplemente importante, no solo por ser el primer Presidente que va a Puerto Rico desde 1961, sino por que es el primer presidente negro y nacido en Hawaii, y eso es importantísimo para Puerto Rico pues él conoce en carne propia lo que es ser una minoría etnica y territorial.
La visita de Obama ocurre en momentos en que el estatus político de Puerto Rico ha estado bajo discusión tanto a nivel local como a nivel federal, y varios meses después de que un comité presidencial sometiera un informe en el que recomienda que Puerto Rico debe decidir su destino político de una vez y por todas antes de que finalice el año 2012.
Si Puerto Rico decide convertirse en el estado 51, sería a su vez el primer estado hispano de la unión, con derecho a 2 senadores y 7 representantes en el Congreso Federal. Eso le daría un poder enorme a los puertorriqueños. Los mexicanos no tienen ese poder; los cubanos tampoco. Y Barak Obama lo sabe.
Obama sabe que el presidente y el partido que impulse la incorporación de Puerto Rico a la unión ganará un enorme capital político para convertir en votos en futuras elecciones.
Y no les sorprenda que comiencen a ver un desfile de líderes y candidatos a puestos políticos de los estados visitando a Puerto Rico.
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