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lunes, 5 de agosto de 2013

Más allá del Napster

(Tercero de tres artículos acerca del Napster)

11 de diciembre de 2000

Nota del editor: En este tercer y útlimo reportaje sobre el conflicto legal entre el Naspter y la industria de la música presentaremos opiniones de varios expertos en la materia sobre los efectos que va a tener este caso en el futuro del medio de comunicación más reciente, la internet. Pero el futuro, no está tan lejos como pensamos. Los efectos ya se están viendo.


Por más de 200 años Estados Unidos ha protegido la propiedad intelectual de cada ciudadano, asegurándose de que el creador sea propiamente compensado por el uso de su trabajo. Ahora, en el Siglo 21, llegan nuevas interrogantes de hasta donde aplican las leyes del copyright en una época en la que el trabajo creativo de una persona está al alcance de todo el planeta por medio de la internet.
Esta pregunta ha cobrado más fuerza desde que se creó el programa de computadoras, Napster, el cual permite al usuario tener acceso a la música que tengan los usuarios que estén conectados en cualquier parte del mundo, de forma gratuita.
Ante la gran acogida que ha tenido el Napster, cinco compañías líderes de la industria de la música (Sony, BMG, EMI, Warner y WEA) presentaron una demanda por violación a las leyes del copyright. Las compañías reclaman que el Napster está distribuyendo música protegida por la ley sin pagar regalías, mientras que Napster dice que la música nunca está en su poder, sino que los usuarios son los que se intercambian los archivos, y que de esta forma ellos (Napster) no están incurriendo en ningún acto ilegal, además que alegan que el intercambio de música es para uso doméstico y que en ningún momento se fomenta la venta de la música adquirida a través del sistema.
"¿Cuando uno copia una canción y le regala la copia a un amigo, es ilegal?" pregunta, retóricamente Peter Jaszi, abogado especializado en asuntos de "copyright" y la nueva era digital, respondiendo: "No. Ese es un uso doméstico que está permitido por ley. ¿Pero si uno le regala un duplicado a mil amigos, es ilegal?"
Agrega que la ley es ambigua cuando se busca un número específico y hasta que la Corte de California no defina este punto, el caso no será resuelto. "Porque esta es precisamente la base de la polémica. Napster dice que el uso que los cibernáutas le dan a las canciones es doméstico. ¡Pero son 70 millones de personas intercambiando música!"
Jaszi no tiene duda que ante la era digital, en la que cualquier cosa puede ser distribuida a millones de personas, el congreso tendrá que modificar mucho de los principios de la ley de "copyright".
Por otro lado, Teófilo Molina, experto en tecnología y Artista Gráfico con consultorio localizado en Guaynabo, Puerto Rico entiende que "los sellos discográficos no ganan nada con tumbar el Napster. Los cibernáutas encontrarán otros medios para conseguir música gratis", y coincide con Jaszi en que "le corresponde a la Corte de California determinar los límites entre duplicar material para uso doméstico y para uso comercial".
"El caso contra el Napster ralla muy de cerca con el principio constitucional de la libre expresión," agregó Molina, "ya que se ha generalizado la idea de que todo lo que está en la internet es de dominio público, y la gente se olvida que muchas de esos recursos tienen dueño".
A tales efectos el Congreso de los Estados Unidos incorporó aprobó el Digital Millenium Act en 1998, proyecto cuyo objetivo es manejar las particularidades que puedan presentarse con las nuevas tecnologías, incluyendo el internet.
La sección 201 de dicho proyecto estipula que ningún proveedor de servicio será penalizado por el mal uso que sus clientes le den a sus servicios, siempre y cuando el servidor no altere, ni intervenga con el material en discusión.
Aníbal Jover, presidente de Casa de los Tapes entiende que el efecto del caso del Napster ya se está viendo en el mercado global. "Las distintas casas disqueras están presentando en sus páginas de internet la opción de bajar una o dos canciones de tal o cual artista, como medio de promoción. Esto es una consecuencia directa del Napster. Antes esto no se veía".
El empresario puertorriqueño admitió que "el internet es un vehículo más de venta y que hay que ser bien abierto" a las posibilidades que traiga esta nueva tecnología. A la misma vez anunció que la página de internet de Casa de los Tapes ofrece la oportunidad de comprar alrededor de 2,500 CD's a través de la internet, y que el sitio cibernético está en constante cambio adaptándose a las nuevas tendencias del mercado.
Una de las razones principales que tienen los cibernáutas para usar el Napster es que les permite adquirir una canción que posiblemente es la única pieza buena de un CD. Ante esta tendencia, a lo que Jover prefiere llamar un reclamo de la clientela, entiende que a lo que va dirigida la industria de la música es a "vender las canciones individualmente a cuatro y cinco dólares cada una".
"Lo que yo visualizo de cómo van a funcionar las tiendas de disco del futuro es que el cliente pedirá una lista de diez canciones que quiere en un CD, y la tienda se las grabará y le venderá un disco con todos los temas que el cliente pidió", añadió.
"Ahoramismo hay muchas nuevas tecnologías que están surgiendo, pero los fabricantes siempre se aguantan para ver como le va al otro, para entonces tirar el suyo. Ya se está hablando de MP4 que sería un formato de música superior al de un CD, e incluso de un formato que combine audio y video simultáneamente", agregó Jover.
En Puerto Rico, al igual que en Estados Unidos y otros paises del mundo, se han vuelto populares los CD Recorders, o quemadores de CD, que permiten grabar lo que uno quiera a un disco compacto.
Esto presenta un atractivo increible para los que se lucran de la piratería de discos o películas ya que el poder grabar en CD brinda una calidad perfecta a la copia fraudulenta.
El surgimiento de películas en formato digital (DVD) ha incrementado el auge de piratas cibernéticos. Actualmente se han detectado varios programas parecidos al Napster, pero que en vez de copiar música, se dedican a copiar películas completas, usando una nueva tecnología practicamente desconocida para el resto del mundo.
"El verdadero reto de la sociedad moderna es como lidiar con el acceso a la propiedad intelectual," asegura Jaszi, " Actualmente parece imposible controlar la internet ya que es un medio en el que los usuarios son anónimos y de todas partes del mundo. La tecnología no va a desaparecer.
Al cierre de este reportaje, el caso contra el Napster se encuentra en un limbo legal. El público en general apoya el Napster. El mundo de los negocios lo condena.
El acuerdo logrado con el sello BMG parece que le puede dar a Napster un empujón para salir aflote y demostrar su buena voluntad ante los otros cuatro sellos discográficos, quienes desistieron de seguir el ejemplo de BMG y continuarán adelante con la inquisición.
El desenlace del caso es impredecible. Peter Jaszi entiende que "si la corte asume que el caso de Betamax sostiene la defensa de Napster de que no viola la ley porque la transferencia de música es para uso doméstico, Napster tiene buenas oportunidades de ganar".
Por su parte Aníbal Jover no le ve esperanzas al Napster: " Para mí Napster tiene los días contados. Si ganan este caso, van a venir más demandas, una tras otra, hasta que lo destruyan. Es que si no es así, la industria de la música podría verse seriamente afectada. Personalmente, si yo fuera uno de los sellos discográficos, pelearía hasta el final en corte hasta acabar con el Napster y luego lo compro. ¿Por qué? Porque es un medio de promoción que ya está creado y que está requetedemostrado que funciona".
Todos los expertos coinciden en una cosa, la forma como el público visualiza la internet ha cambiado. En el futuro, la internet servirá para ver televisión en vivo, conversar telefónicamente con seres queridos a larga distancia, y ventajas que probablemente a nadie se les han ocurrido aún… aunque quien sabe si ahora mismo, en algún dormitorio de una universidad haya un estudiante pegado a su computadora porque se le ocurrió una idea de como utilizar algo que todos consideran obvio para hacer algo totalmente innovador.


Nota del editor: No importa las leyes y regulaciones que se impongan a la internet, el control de lo correcto e incorrecto recae en cada persona. La censura institucional no debe ser permitida de ninguna forma, y regular la internet es una peligrosa forma de tronchar el fundamento de la libertad de expresión. La responsabilidad es de cada ciudadano de utilizar esa maravillosa herramienta con propiedad.

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