(Segundo de tres artículos acerca del Napster)
11 de diciembre de 2000
Nota del
editor: Hoy presentamos la segunda parte de una serie de tres
reportajes investigativos acerca del conflicto que existe entre el Napster y la
industria de la música. ¿Cómo se defenderá el Napster en la corte? ¿Qué opinan
los artistas de este caso? ¿Cuál es la postura de los puertorriqueños? A
continuación veremos las respuestas a estas y otras preguntas.
Los abogados del Napster, programa de computadoras que facilita el
intercambio de música gratis a través de la internet, sorprendieron a sus
oponentes, constituidos por los cinco sellos disqueros más poderosos de los
Estados Unidos (Sony, BMG, WEA, EMI y Warner) al presentar un precedente, de
1984, en el que la corte dictaminó que una compañía no puede ser penalizada por
el mal uso que le dan los clientes al producto que fabrican.
Marilyn Hall Patel, juez que atiende el caso en la corte del distrito
norte de California, emitió una opinión en la que indicó que el Napster no
viola las leyes de copyright ya que en ningún momento el material protegido por
dicha ley está en poseción del demandado (Napster) y que solo sirve como
proveedor de servicios para la comunidad en la internet.
Los demandantes apelarán dicha decisión bajo el alegato de que a
diferencia del caso de 1984 (contra Betamax), en este caso Napster fomenta la
pirateria de material protegido.
Todos los factores parecen estar a favor del Napster, aunque el poder
del dinero esté en su contra. Los cinco sellos disqueros que están demandando
al Napster han visto un aumento en sus ventas que nunca antes habían tenido,
desde que el Napster existe en la internet, lo que contradice los alegatos de
que la transferencia de música gratis les está trayendo pérdidas.
El Napster cuenta con más de 70 millones de usuarios alrededor del
mundo, de acuerdo a un estudio realizado por Webnoize, y este número continúa
aumentando cada día.
Una encuesta realizada en Puerto Rico reveló que el 47 porciento de
los usuarios del Napster compran el CD luego de escuchar la música gratis a
través de la internet.
Los sellos discográficos dicen que la intención de la demanda es
proteger la propiedad intelectual de los artistas que ellos representan, pero
varios de estos cantantes se han manifestado a favor del Napster.
La cantante y actriz Madonna opina que "el Napster permite ver si
de verdad un CD es bueno o no. Los cantantes buenos no tienen por qué
preocuparse. Los malos son los que le tienen miedo".
Por su parte otra líder de la música americana, Courtney Love, dice
que "el Napster es una evolución de la radio y debe ser aprovechado en vez
de querer destruirlo".
"No le veo nada de malo", reacciona Dave Matthews de Rolling
Stone, "siempre permitimos que el público grabara nuestros conciertos. Al
sello discográfico siempre le estuvo malo, pero estoy convencido de que esto
solo hace que la gente tenga más motivos para comprar el CD y aumentar la
devoción de la fanaticada".
Otro soberano de la música, Prince, entiende que "las compañías
disqueras no entienden que el público ya está harto de pagar $20 por un CD que
solamente tiene dos o tres canciones buenas y las demás son pura basura. Por
eso es que le tienen miedo al Napster".
Por el contrario, el cantante y compositor Elton John, argumentó que
está en contra de cualquier tipo de piratería y que está mal hecho de parte de
compañías como Napster promover el robo de la creación intelectual de los
artistas.
El presidente de la National Academy of Recording Arts and Sciences,
Mike Greene, considera que los artistas deben ser protegidos contra cualquier
tipo de hurto a sus creaciones intelectuales. El Napster solo representa una
parte del problema, pues en la era del internet las regulaciones existentes en
la ley de "copyright" no aplican a la distribución masiva gratuita de
piezas protegidas.
"Suena bonito pensar que la música debería ser gratis,"
reacciona Miles Copeland, gerente del grupo Sting, "pero la realidad es
que si el público no paga, no va a haber dinero para costear a los cantantes,
orquestas y personal necesario para componer un disco. Es como pretender que un
médico trabaje de gratis".
Aníbal Jover, presidente
de Casa de los Tapes, entiende que "las demandas van a ser tan grandes que
los van a parar (a Napster)" pero más allá de querer destruirlo, confiesa
que hay muchos intereses envueltos para luego de hundirlo, comprar Napster y
usarlo como un medio de promoción, y agrega que de continuar el Napster impune,
"los autores de las canciones no van a ser pagados nunca".
Jover explica con la
movida de comprar el Napster los sellos discográficos le venderían a los
internautas los derechos de cada canción individual y de esta forma todas las
personas que trabajaron en dicha pieza musical recibirán su regalía.
El joven empresario
puertorriqueño está convencido de que la Corte de California fallará a favor de
las casas disqueras porque "uncle Sam no cobra un centavo si Napster sigue
vivo".
Explica que "todo lo que al
gobierno le pueda dejar dinero, por impuestos, o alguna otra forma, va a ser
respaldado por las leyes y las cortes. De otro modo las arcas se vaciarían en
un dos por tres".
El 34.4 porciento de los usuarios del Napster lo hacen porque así no
tienen que comprar CD's, para obtener música gratis, o para conseguir canciones
sin tener que comprar todo el disco, esto según una encuesta realizada en los
Estados Unidos por Deborah Jay, Ph.D.
El 40.4 porciento de los encuestados admitieron que el Napster ha
tenido un efecto significativo en la forma como invierten su dinero en música,
ya que ahora solo compran lo que verdaderamente es bueno, luego de escuchar las
canciones en la internet.
Sin embargo, el comportamiento del público de Puerto Rico es
diferente, según una encuesta local, en la que el 47 porciento ha comprado o
comprará el CD de la canción que consiguió con el Napster.
En general, la razón de los boricuas encuestados para usar el Napster
es tener acceso a música que tarda mucho en llegar a la isla, o que es difícil
de conseguir por ser vieja o de otras partes del mundo, como Japón.
El 89 porciento de los encuestados considera que el Napster no ha
afectado negativamente el negocio de la música, sino que al contrario los
motiva a comprar más.
Pero más allá del aspecto económico está el hecho de que el Napster
sirve como un medio masivo gratuito para que jóvenes que aspiran a ser músicos
se den a conocer publicando sus composiciones para que los 70 millones de
socios las puedan escuchar.
También presenta una oportunidad practicamente inexistente en el mundo
para que los cibernautas puedan "chatear" con artistas de renombre.
Sobre esto, el cantante Elton John, quien como dijimos anteriormente se ha
manifestado en contra de la distribución gratuita de música, opina que es el
único aspecto que le gusta del programa. La oportunidad de compartir opiniones
con sus fanáticos.
El caso contra el Napster tomó un nuevo giro, cuando a mediados de
noviembre de 2000 se publicó un acuerdo pactado entre el programa y uno de los
sellos discográficos involucrados en la demanda, BMG.
La base de este acuerdo es fomentar el servicio por suscripción pagada
que le permitirá al internáuta accesar todo el catálogo de artistas que
representan, incluyendo a Santana, la banda de Dave Matthews y Rolling Stone,
Christina Aguilera y Whitney Houston.
Tras este acuerdo, BMG se retiró de la demanda y ofrecerá ayuda
económica para que Napster pueda invertir en nueva tecnología que permite el
desarrollo al máximo del programa dentro del marco legal.
"No hay duda que el intercambio de archivos va a continuar en el
futuro como parte de los medios de comunicación y el entretenimiento",
indicó Thomas Middlehoff, Director Ejecutivo de BMG, durante una conferencia de
prensa realizada en Nueva York. "No hay otra forma de manejar esta
realidad que no sea adaptándonos a la corriente", agregó.
Hank Barry, Director Ejecutivo de Napster, y Shawn Fanning el joven
que inventó el programa declararon que "este acuerdo garantiza que el
Napster seguirá mejorando. Este es solo el comienzo".
Preliminarmente se anunció que la tarifa de suscripción podría ser de
$4.95 mensual.
Esta inesperada movida de BMG sorpendió a muchos, pero no cambiará en
nada la postura de los otros cuatro sellos discográficos involucrados en el
caso, según Hilary Rosen, ejecutiva de RIAA. "El anuncio del acuerdo no
significa que el caso ha terminado. La corte tiene que dejar claro, que
contrario a lo que Napster reclama, compañías necesitan permiso antes de hacer
negocio con la propiedad creativa de otros".
Nota del
editor: El futuro está más cerca de lo que muchos piensan.
Independientemente de los acuerdos a los que puedan llegar en el futuro Napster
y sus enemigos, es fundamental que los tribunales decidan pronto cuales son los
límites de la libertad en la internet, para que empresas del futuro no caigan
en el abismo legal en el que se encuentra el demandado como el demandante.
Batallando en tierra de nadie.
En el
reportaje de mañana:
Más allá
del Napster - Expertos en la materia comentan sobre las repercuciones
que tendrá el desenlace del caso contra el Napster y como la industria de la
música, y otros medios se están adaptando a los constantes cambios en los
medios de comunicación.
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