9 de octubre de 2008
No me cabe la menor duda que los problemas de violencia sexual que enfrenta Puerto Rico son resultado de una sociedad contradictoria que usa el sexo y la violencia como propaganda, pero te criminaliza si practicas, sin darse cuenta que están yendo en contra de la naturaleza del ser humano.
Por más que traten de tapar el cielo con la mano, el sexo y la violencia son parte de nuestra naturaleza. Y mientras más tratemos de negarlo y de rechazar esos instintos más volátiles seremos, porque toda esa energía que uno acumula por dentro tarde o temprano va a salir como una bomba.
Si por el contrario, nos educamos y aprendemos a canalizar esos instintos y usar esa energía a nuestro favor veremos como la sociedad mejorará dramáticamente.
Desde muy joven aprendí que una buena forma de canalizar esas emociones e instintos era a través de la escritura. El poder plasmar en una hoja de papel cualquier emoción, por más violenta y aberrante que fuera, y el estar tranquilo de que no le estaba haciendo daño a nadie pues a fin de cuenta todo quedó en el mundo de la ficción.
Ojalá y en las escuelas enseñaran a sacar todas esas emociones para afuera escribiendo. Pero no, en la escuela te enseñan a que eres hijo de satanás si sientes o piensas en esas cosas. Osea, que todos somos los anti cristos porque todos en algun momento hemos tenido esos pensamientos y esos sentimientos. Por qué mejor no enseñan a conocerse a sí mismo y a aprender a usar toda esa chispa interna de forma productiva.
Ahora, después de grande, descubrí otra forma de sacarle provecho a esos instintos: juegos eróticos, y recreación de fantasías sexuales. En vez de negarlas y reprimirlas, es más satisfactorio dejarlas salir en un marco controlado y seguro.
Pero lo curioso es que mientras vivía en Puerto Rico no me atreví a darle mucha rienda suelta a esto pues en la Isla nos enseñan a que eso es malo y a que me iba a podrir por dentro y seguía con esas prácticas.
No fue hasta que me mudé a la Florida que descubrí que mucha gente ha aceptado su naturaleza humana y llevan estilos de vidas alternos que les permiten explorar esos instintos naturales de forma segura y controlada. Acá se les llama "Fetish".
Me ha impresionado mucho las grandes diferencias entre las mentalidades conservadoras y las mentalidades liberales. Las mentalidades conservadoras quieren imponer sus criterios a los demás mientras que los liberales respetan el derecho que cada cual tiene a pensar como quiera, siempre y cuando no afecte la paz de sus vecinos o la comunidad. Y así funciona el mundo fetish. En la calle seguimos las reglas de la sociedad, pero en nuestra privacidad tenemos la libertad de dar rienda suelta a nuestra imaginación, pero si en la calle alguien nos pregunta no tenemos ningun temor en hablar de quienes somos de verdad.
He encontrado que las personas que llevan estilos de vida liberales o alternos llevan una vida más feliz pues están libres de las energías negativas que genera la represión y están en paz y armonía con ellos mismos. Quizás por eso es que para las personas liberales o que llevan estilos de vidas alternos el dinero no es el fin, sino meramente un medio para un fin. He notado que generalmente los conservadores tratan de hallar esa paz y ese balance interno en el dinero, y viven vacíos e infelices.
Recientemente econtré una nota en internet de cómo en Japón liberalizaron el negocio del sexo hace más de 20 años y los incidentes de violencia sexual han mermado dramáticamente desde entonces.
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