Páginas

lunes, 5 de agosto de 2013

Víctimas del Pánico

Primera Hora


lunes, 25 de julio de 2005


EL PÁNICO es el peor enemigo de la supervivencia pues nubla el pensamiento e impide tomar decisiones con claridad. La crisis que vivió el país el jueves y viernes pasado no fue sólo culpa del paro de camioneros, sino de los cientos de miles de ciudadanos que, motivados por la histeria, acudieron en masa a echarse más gasolina de la que consumen normalmente.


En otras palabras, los puertorriqueños compraron en un día la gasolina que usualmente adquieren durante una semana completa. Obviamente, los suministros no dieron abasto y se secaron. Igual ocurrió con el salpafuera que se formó cuando algún chistoso llamó a un medio noticioso y dijo que el
sistema de cajeros automáticos del país iba a colapsar. Esto provocó que un contingente de personas hiciera filas kilométricas para retirar sumas excesivas de dinero en efectivo.

Mientras ese gentío hacía filas, el Banco Popular emitió un comunicado de prensa aclarando que sus redes operarían con normalidad.... Normalidad.... O sea que, en la medida en que la gente fuera desesperadamente a sacar sumas anormales de dinero, el mismo se podría terminar, pero no por culpa del paro ni de las ATH sino de la ciudadanía misma.

Además, si se hubieran detenido a pensar un poquito y usado el sentido común habrían llegado a la conclusión de que las ATH no necesitan gasolina para funcionar porque son eléctricas.

Por otro lado, las autoridades tienen la obligación de investigar la llamada del chistosito ese y aplicarle todo el peso de la ley por jugar con el estado de ánimo de la gente en un momento como éste. Usar un medio de comunicación para amenazar o generar pánico es delito federal.

Aún así, y luego de pasado el trago amargo, con el tanque de gasolina lleno y efectivo en el bolsillo, hay que reconocer que no hay mal que por bien no venga. De este revolú podemos aprender un par de lecciones. La primera y más obvia es mantener la calma en un momento de crisis. ¿Se ha puesto a pensar en todo el tiempo que uno pierde cuando está histérico?

El mundo no se acaba por no tener gasolina. Aprendamos a usar nuestras piernitas, a coger pon con el vecino, o a usar los sistemas de transporte público. Quizás esta supuesta crisis sea lo que nos hacía falta para redescubrir nuestra humanidad y entender de una vez y por todas, ¿qué nos pasa, Puerto Rico?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario